Hoy voy a escribir un segundo post para la sección de Mujeres Viajeras, que empecé la pasada semana. Y esta vez es sobre Margaret Fountaine, una mujer que en el siglo XVIII escribió, tras realizar su primer viaje por tierras europeas, en el que recorre Amberes, Bruselas y Estrasburgo: "Viajar me produce un gran placer. Me gusta la idea de recorrer el mundo y acostumbrarme a los usos y costumbres de otras gentes”.
Margaret Fountaine nació en Norwich, Inglaterra (1862-1940). Hija y nieta de reverendos, Margaret (la mayor de siete hermanos) mostró desde muy joven su disconformidad con los usos de la Inglaterra de la época. Hija de una madre conservadora y dominante, a la que le agradaba muy poco la pasión con la que su hija soñaba con viajar alrededor del mundo. Pero el descontento de la familia no se centraba sólo en las ansias viajeras de la joven. En uno de sus diarios escribe: “Cuando me gusta un hombre, poco me importa dar el primer paso y ser yo quien me declare”.
A los 27 años Margaret y sus hermanas reciben una herencia de un tío paterno, convirtiéndose así en mujeres independientes económicamente. Y es en este momento en el que comienzan las escapadas de la aventurera Fountaine.
Combina su amor por los viajes con su otra gran pasión: las mariposas. Fue ya en su primer viaje por Europa cuando comenzó a cazar mariposas. Conoce después a varios destacados biólogos y entomólogos que le inspiran para comenzar una colección de estos insectos. A lo largo de su vida llegará a conseguir más de 22.000 ejemplares, llegando a ser una experta en mariposas tropicales.
Hasta 1901 viaja por Italia y recorre Francia en bicicleta junto a una de sus hermanas. Con el comienzo de siglo, sus aventuras cambian también de rumbo y se trasladan a Damasco, donde conoce a Khalil Neimy, un sirio al que contrata como guía y traductor y que se convertirá después en su compañero.
Para conseguir los ejemplares más extraños y atractivos de mariposas no duda en recorrer más de medio mundo, a los largo de América, África y Oriente, viaja al Tíbet, China, Japón, Australia o Nueva Zelanda.
Siempre que puede, y a pesar de las distancias, Margaret se reúne con su amante Khalil Neimy. Durante veintisiete años viajan juntos por exóticos lugares buscando mariposas y juntos compilaron la conocida colección Fountaine-Neimy, actualmente en el museo del castillo de Norwich, Inglaterra. Se trata de una impresionante colección de mariposas, perfectamente preservadas y organizadas por especies y familias.
Desde los 16 años, Margaret escribe un diario en el que describe, con toda profusión de detalles e ilustraciones, tanto sus viajes como los ejemplares de mariposa que va añadiendo a su colección, así como sus emociones; en una de estas páginas apunta: “Los afectos nos impiden emprender grandes empresas, nos atan a un lugar de la tierra, si no físicamente, sí en espíritu. Y después, al final, la vida ha terminado y no hemos realizado ninguna de aquellas grandes cosas que nuestra imaginación en algún momento nos había llevado a suponer que haríamos”.
En sus viajes caminaba una media de 20 kilómetros al día. En sus últimas travesías recorre Madagascar, Uganda y Kenia, desde donde parte hacia una de las islas más espectaculares de las Indias Occidentales: Trinidad. Desde allí envía al museo de Norwich su colección y un baúl con una nota en la que especifica que no puede abrirse hasta abril de 1978. Falleció en una de sus expediciones, con una red de cazar mariposas en la mano, de un ataque al corazón, a la edad de 78 años, en la isla de Trinidad.
Cuarenta años después de su muerte se abrió el cofre secreto, apareciendo en su interior sus diarios. La primera anotación estaba hecha 100 años antes, cuando comenzaba a soñar en convertirse en una aventurera, en la ‘Dama de las mariposas’
“Los afectos nos impiden emprender grandes empresas, nos atan a un lugar de la tierra, si no físicamente, sí en espíritu. Y después, al final, la vida ha terminado y no hemos realizado ninguna de aquellas grandes cosas que nuestra imaginación en algún momento nos había llevado a suponer que haríamos”.
ResponderEliminarExcelente reflexión :) gracias por compartirla