Un lugar donde quedarse....¡por fin!

Encantadora película la que he visto este fin de semana, sobre una pareja que decide emprender un viaje por EE.UU. y Canada a la búsqueda de si mismos como pareja y para lo cuàl, aprovechando el próximo nacimiento de su hijo, deciden buscar el lugar perfecto donde poder quedarse y criar a su futura hija.

Esta sencilla película de corte independiente, en la que Sam Mendes recupera un poco el tono ácido de “American Beauty”resulta, sin embargo, más divertida y entretenida que aquella, aunque también es emotiva, en ocasiones, porque no rehuye el tratar, de paso, temas serios. La pareja protagonista (no los había visto trabajar antes, pero me parecieron estupendos los dos actores) recorre varios lugares en los cuáles tienen parientes o amigos, entremezclándose con las historias de cada uno de ellos y esperando que alguno de esos lugares sea el que, por fin, buscan.

Me encantó especialmente la escena en la que él está saltando en una cama elástica en la casa de su hermano, ella se acerca a él y se ponen a hacer promesas de lo que será su futuro en común (él, por ejemplo, la hace prometer a ella que, en caso de que él se muera de una forma absurda o repentina le contaría a su hija que su padre realmente murió tratando de salvar a 850 niños chechenos .... humor y ternura...), después de haber visto, a través de las historias de sus amigos y familiares, que es lo que no quieren que sea su vida, descubren finalmente que ellos tienen lo más importante para formar una familia: el amor del uno por el otro. Y para que no falte nada, finalmente también encuentran la casa ideal para criar a la hija que pronto llegará.

Por cierto, como noticia curiosa del rodaje de la película, decir que se ha servido de energías alternativas, se recicló el 49% de los residuos y redujeron sustancialmente las emisiones de carbono (¡siempre es bueno cuidar el medio ambiente!).
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