El nombre de este blog es mi pequeño homenaje a las maletas, esas compañeras fieles e imprescindibles en todos nuestros viajes y que por suerte, con el tiempo fueron evolucionando hasta llegar a tener en la actualidad unas maravillosas ruedecitas que nos permiten poder tirar de ellas (en lugar de cargarlas) y hacer nuestros viajes mucho más placenteros aún. ¡Qué bien nos hubieran venido a muchas y a muchos hace unos cuántos años!

Amigos curiosos y viajeros

domingo, 6 de diciembre de 2009

Granada y el hermoso Valle de Lecrín










Erase una vez un pueblo árabe que, en medio de un movimiento de expansión cultural y religiosa, y atraídos por rumores de riquezas y tesoros en un pais llamado "al-Ándalus" o "Hispania", llegó en el siglo VII a un fértil y paradisíaco valle, situado en una cuenca bordeada por montañas. El lugar tenía todo lo que ellos apreciaban: buena tierra, ríos que discurrían libremente y la protección natural de sus sierras, así que, se quedaron allí. Cautivados por su belleza le dieron el nombre de El Valle de Lecrín (o "Valle de la Alegria"). También fue conocido por los árabes como "Iqlim al Qasb" o "distrito de la caña de azúcar", por servir esta comarca de paso hacia las plantaciones de caña de azúcar de la costa granadina. Y en ese valle este pueblo vivió feliz, hasta que a finales del siglo XV, se marcharon al exilio hacia el norte de Africa, expulsados por los Reyes Católicos en la Reconquista.
  • En este valle las plantaciones de naranjos y limoneros perfuman, en primavera, el aire de un embriagante aroma a azahar. Y antiguos molinos de harina, castillos musulmanes y cortijos con encanto, salpican esta tranquila y luminosa comarca. También goza de un auténtico microclima, en el que las precipitaciones en todo el fondo del valle son escasas.
Las cumbres nevadas de Sierra Nevada surgen al este, al oeste las sierras de Albuñuelas y los Guájares y la sierra de Lújar, al sur. Y entre estas montañas se extiende una tierra de campos, ricos en olivos, viñedos y almendros, además de los citados naranjos y limoneros, encontrándose unos pueblos por los que parece que el tiempo se hubiera detenido.
  • Y esta tierra y los 17 pueblos que fundaron los árabes (entre ellos: Dúrcal, Melegís, Restábal, Acequias, Mondújar, Pinos del Valle, Tablate, Béznar, Padul, Nigüelas, Talará, Conchar...) sigue allí, hermosa y serena, recibiendo cada año a miles de visitantes de todo el mundo, que quieren encontrar la autenticidad de la vida sencilla, donde se puede dar un estupendo paseo por el campo o dar una vuelta por los huertos cercanos o hacer una ruta de senderismo por alguno de sus varios rios y montañas o visitar alguno de los castillos árabes que jalonan el paisaje, el más famoso de los cuáles es el Castillo de Lecrín, donde eran enterrados los reyes árabes de Granada y donde se cree que el último entierro que se realizó fue el de Morayma, la esposa de Boabdil, que murió poco antes de partir hacia el exilio en Africa.
Lo característico de los pueblos que componen este Valle es su estructura cerrada, con sus viviendas unidas unas a otras formando manzanas que quedan separadas por las callejuelas estrechas, adaptándose a los desniveles del terreno. Y sus casas son externa e internamente encaladas, teniendo la blancura característica de toda Andalucia.
  • El Valle de Lecrín se encuentra a sólo 25 minutos de Granada y de la Costa Tropical, si se toma la dirección contraria. A 40 minutos se puede esquiar en Sierra Nevada. Y en menos de una hora están los pueblos de la Alpujarra Alta. Vamos, que tiene realmente una situación espléndida y privilegiada.
Al salir de Granada se puede divisar por última vez la ciudad, desde el Suspiro del Moro, antes de descender al Valle de Lecrín. Y es allí, donde Boabdil, el último rey nazarí, dirigió por última vez la vista a Granada y donde lloró por la pérdida de su querida ciudad. Se dice que su madre, al verlo, dijo aquella famosa frase de: "Llora, llora como mujer lo que no supiste defender como un hombre".
  • Granada es una provincia maravillosa toda ella, sólo con la Alhambra (que injustamente no pasó la criba de estar entre las 7 maravillas del mundo moderno) lo sería, pero si además tiene su Costa Tropical con Almuñécar, Salobreña y Motril y sus zonas de las Alpujarras y el Valle de Lecrín, realmente lo tiene todo.

Resumiendo mi post, diré que cuando uno piensa en Granada, sólo se detiene a pensar en la zona de las Alpujarras, sin saber que justo al lado de aquella, se halla este precioso Valle de la Alegria (del que yo, por cierto, he tenido la suerte de haber disfrutado durante dos años y medio, en mis muchas visitas por allí, las fotos que ilustran este post son una pequeña muestra de ello), un lugar que merece realmente la pena explorar, un lugar del que hace siglos los árabes (que era un pueblo muy inteligente y que nos dejaron muchas cosas de legado) quedaron prendados y cautivados ..........


1 comentario:

  1. Las fotos de Granada, que bonitas y que bien te expresas, eres una gran informadora, tenias que haber sacado la carrera de Periodismo

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