Siempre me ha llamado la atención la gente que se gana la vida ejerciendo este (creo que) ingrato y duro trabajo, en relación con los beneficios que deben de obtener, después de horas de exponerse ante los ojos de los viandantes que pasan por su lado.
Y para mi son realmente artistas callejeros (igual que los grafiteros). Su arte (la pantomima) tiene mucho mérito, porque a través del silencio y sólo ayudándose por los gestos, expresan historias o emociones. Por lo general, estos mimos callejeros permanecen de pie y sin parpadear, con pinturas en su rostro y cuerpo para atraer el interés de los viandantes.
Cuando caminas por el centro de Madrid ves a muchos de estos artistas, que quizás ahora, por la crisis y el desempleo, proliferan más y los ves en cualquier rincón y esquina donde haya mucha gente y turistas, en busca de unas monedas. Pero al haber tanta competencia, la imaginación de estos artistas no tiene límites en el objetivo de diferenciarse de los otros y buscar elementos novedosos, para conseguir llamar más la atención del público.
Su origen se remonta al tiempo de los griegos y los romanos, en el Mundo Antiguo. En aquel entonces, no sólo eran considerados farsantes del género cómico, el nivel más bajo, sino una especie de bufones hábiles en la gesticulación y en imitar las escenas de la cotidianidad de cada persona. En el mundo contemporáneo, esta clase de arte callejero se inició en Francia e Italia con mimos y magos que hacían uso de todo tipo de artilugios para atraer al público con espectáculos novedosos.
Como decía al principio, siempre me han llamado la atención, por su imaginación, por su entusiasmo (porque hay que tener de verdad ganas y entusiasmo para pintarse, vestirse y estar ahí quietos durante horas, haga frio o haga calor) y por su vocación en su afán de ganarse la vida, de una manera honesta y utilizando medios artísticos. Y como he tenido ocasión de hacer fotos a algunos de estos artistas, os dejo aquí unas cuantas, para que juzguéis vosotros mismos el gran trabajo y mérito que tienen.
De verdad que tiene su merito el estar sin moverse tantas horas, y tan bien caracterizado.
ResponderEliminarPor aquí se ven algunos, pero es en Madrid donde prolifera mas este arte. Tuve la oportunidad de verlos en mi último viaje y a pesar del mal tiempo la Plaza España estaba llena, fue divertido verlos.
Buenas fotos las que les has hecho. Un abrazote.
Es cierto que tiene mucho mérito lo que hacen estos mimos y artistas callejeros ¿verdad Luisa? En Madrid ves a tantos, que por eso siempre que llevo la cámara por cualquier otro motivo y de casualidad pillo a alguno nuevo y original por donde voy, no me resisto a hacerle una foto. ¡Muchos besos amiga!
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