Ayer, con ocasión del Dia Internacional de la Música, se celebraron en varios lugares de Madrid, una serie de conciertos gratuitos de todos los estilos y tendencias y leyendo el programa de actuaciones, ví uno que me llamó especialmente la atención, que iba a tener lugar en el Auditorio Nacional, era sobre música de percusión del sur de la India, algo que normalmente no tienes ocasión de ver y escuchar, así que animé a varias amigas para ir.
Durante la hora que duró el concierto tuve la sensación de estar en alguna ciudad de la India, escuchando a esos diez músicos del Karnataka College of Percussion, liderados por Sri T.A.S. Mani, que fundó el grupo en 1964. Con sus rudimentarios y tradicionales instrumentos, como cántaros de arcilla (ghatam), tambores de 2 parches (mridangam), panderetas y una especie de silbatos, además de acompañarse con palmadas sobre sus piernas y con sus moduladas voces, eran capaces de sacar música y canciones, que iban desgranando, con unos ritmos que, en ocasiones, iban subiendo en un intenso “in crescendo” de tal manera, que mi cuerpo también decidía, a ratos, seguirles.
Es increíble el poder que tiene la música para transportarte a otros lugares y espacios y en este caso, sin moverte de tu butaca de la Sala de Cámara del Auditorio Nacional, donde disfruté de mi corto e intenso viaje al Sur de la India, gracias a estos estupendos músicos y en el que casi podía oler a sándalo, imaginándome a mí misma a las puertas del Taj Mahal……
Cuando acabó el concierto, alguien empezó a correr hacia otra Sala, diciendo que allí iba a empezar otra actuación y decidimos seguirle, consiguiendo sentarnos justo unos minutos antes de que fuera a comenzar. En este caso, el concierto era sobre la música de algunas bandas sonoras de John Williams y durante una hora más, tuvimos ocasión de seguir viajando a otros lugares y espacios….. y así, fuimos a la Inglaterra victoriana de Harry Potter, después retrocedimos a la época prehistórica de Jurassic Park, volviendo a continuación a la Alemania nazi con La lista de Schindler, para continuar nuestras aventuras en la agradable compañía de Indiana Jones, al que dejamos después para montarnos en una de las naves de La guerra de las galaxias, de la que cuando nos cansamos de tanto belicismo, decidimos pasarnos a los fuertes brazos de uno de mis héroes favoritos, Superman.
Y después de tantos viajes a tantos lugares, en tan corto espacio de tiempo, decidí que ya era hora de irse a casita a descansar y ver cómo había acabado el partido de España contra Honduras ¡que al día siguiente había que madrugar!
Nieves, el poder de la música es tan grande como el poder de la literatura, nos trasporta y nos emociona. Veo que disfrutaste, que viajaste y hasta llegaste a estar al pie del Taj Majal.
ResponderEliminarMe alegro por tí.
Que disfrutes de la verbena de San Juan. Un abrazo.
¡Feliz Dia de San Juan también para ti Nuria! Muchos abrazos,
ResponderEliminarA ver si a la tercera, que no hace sino cerrarse solo el Firefox...
ResponderEliminarPues que muy bonita la imagen del Taj Mahal. He estado allí, y es mucho más precioso por fuera que por dentro. Llegando a Agra hay una reproducción que hizo otro después, pero casi nadie va a visitarla.
Además, feliz día de la música. Es preciosa la música hindú, perfeccionada a través de milenios de contemplación, ayurveda y yoga ;D
Y, por supuesto: VIVA LA REVOLUSIÓN!!!! También yo lucho, pero lucho haciéndoles daño. Si vamos a la huelga, mejor para ellos porque más mancillan nuestra imagen y dinerito que se ahorran. Mejor huelga de celo, que es lo que hago yo.
Un besote, guapa! Funcionarios del mundo, ¡unámonos!