EL AMOR Y LAS LEYES DE MURPHY

Si, si, ya sé que San Valentin fue hace un par de dias, pero es que se me pasó, será que esta fecha nos resulta para algunas y algunos, demasiado comercial y cursi, o bien porque el santo no tiene ninguna punteria con nosotros o porque en estos últimos tiempos anda de huelga general de flechas caidas, pero de cualquier manera, aquí os dejo algunas gotas de humor sobre lo que el señor Murphy piensa respecto a algunos temas más o menos románticos como son: el amor, el matrimonio, la guerra de los sexos, las citas, los hombres, las mujeres ………

Nunca se comienza un romance de verano hasta el último dia del verano.

Las espinillas aparecen justo una hora antes de la cita.

No se dará cuenta de que llevaba una mancha en la camisa hasta que llegue a su casa después de la cita.

Si está en un bar y ve a alguien que le gusta, se tirará el café encima justo cuando esa persona le esté mirando.

En cuanto conozca al chico o a la chica de sus sueños, el dentista decidirá hacerle una ortodoncia.

El primer amor es como una especie de vacuna que evita que un hombre presente una querella la segunda vez.

La probabilidad de que un hombre conozca a una joven receptiva y deseable aumenta en proporción piramidal cuando está en compañía de:

- Otra joven.

- Su esposa.

- Un amigo más guapo que él y con más dinero.

La probabilidad de salir con la chica que te gusta es directamente proporcional al sentimiento de repudio que te tiene.

Todos los hombres disponibles o son homosexuales, o están obsesionados por si mismos, o están obsesionados por su madre.

Si eres heterosexual solo los de tu mismo sexo se fijarán en ti. Si eres homosexual sólo los del sexo opuesto. Y si eres bisexual….. nadie se fijará en ti.

Siempre es más fácil encontrar pareja cuando ya se tiene una.

Cuando deje libre un cajón y haga sitio en el armario y en el cuarto de baño de su casa, la relación terminará.

Cuando dos idiotas compiten por el amor de una mujer, no lo ganará ninguno de los dos, sino el idiota que se metió y que no tenía nada que ver con el asunto.

La llave del corazón de una mujer es hacerle un regalo inesperado en un momento inesperado. La llave del corazón de un hombre es mantener relaciones sexuales inesperadas en cualquier momento del dia.

La cantidad de amor que alguien siente por ti es inversamente proporcional a cuanto lo amas tú.

El matrimonio es el único sindicato que no puede organizar. Hombre y mujer piensan que son la patronal.

El matrimonio transforma la pasión….. porque de repente usted se encuentra en la cama con un familiar.

Nadie sabe lo que es la verdadera felicidad hasta que no se ha casado, pero entonces ya resulta demasiado tarde.

El matrimonio es la única aventura en la que pueden participar los cobardes.

Sobre el debate doméstico: dos monólogos no constituyen un diálogo, todo es posible si no se tiene ni idea de lo que se está hablando. Una resolución es el punto en el que alguno se hartó de discutir.

Ningún diputado asiste con regularidad a las reuniones del Congreso hasta que no se ha casado.

Cuando un hombre le abre la puerta del coche a su esposa, o bien el coche es nuevo, o bien la esposa es nueva.

El terror a la soledad es mayor que el miedo a la esclavitud y por esa razón nos casamos.

Incluso en las parejas más unidas, uno de los cónyuges no puede asistir al funeral del otro.

No todas las mujeres dedican la mayor parte de sus pensamientos a intentar complacer a los hombres. Algunas están casadas.

Cásese con un hombre de su edad. Cuando su belleza se vaya desvaneciendo, él irá perdiendo la vista.

La guerra entre los sexos es la única en la que ambos bandos se acuestan frecuentemente con el enemigo.

Existen dos tragedias en la vida: una es no conseguir lo que ansia tu corazón. La otra es … conseguirlo.

El amor es el triunfo de la imaginación sobre la inteligencia.

Decididamente me quedo con esta última frase, porque ..... ¿qué sería del amor sin la imaginación, que hace que embellezcamos al ser amado, viéndole virtudes donde sólo hay defectos?

Fuente: “Las leyes de Murphy y el amor” de Arthur Bloch.