El nombre de este blog es mi pequeño homenaje a las maletas, esas compañeras fieles e imprescindibles en todos nuestros viajes y que por suerte, con el tiempo fueron evolucionando hasta llegar a tener en la actualidad unas maravillosas ruedecitas que nos permiten poder tirar de ellas (en lugar de cargarlas) y hacer nuestros viajes mucho más placenteros aún. ¡Qué bien nos hubieran venido a muchas y a muchos hace unos cuántos años!

Amigos curiosos y viajeros

sábado, 6 de agosto de 2011

SEGUIMOS RECORRIENDO HUESCA


Continuando con la segunda parte de nuestro recorrido por Huesca hoy dejo en este post nuestra visita por algunas de las ciudades que visitamos y que están dentro de la comarca del Sobrarbe, en el norte de Huesca: Ainsa, Torla y Broto.

AINSA


Ainsa nos recibió con lluvia a nuestra llegada, después de haber hecho cambio de autobus en Barbastro desde Huesca, donde nos habia dejado el tren del AVE en el que hicimos en dos horas el recorrido desde Madrid (curiosamente llegar a nuestro primer destino del viaje nos llevaria cerca de tres horas, siendo mucho menor la distancia). Pero como decia nos recibió una fuerte lluvia que hizo que tuviéramos que sacar nuestros paraguas rápidamente, aunque por suerte, esa fue la única ocasión que tuvimos de utilizarlo porque el resto del viaje el tiempo fue bastante bueno, con una temperatura muy agradable durante el dia y fresco durante la noche para que pudiéramos dormir a rienda suelta. Y a esa lluvia también se unió una fuerte y olorosa primera impresión: un fuerte olor a vacas..... claro que, al fin y al cabo, lo que estábamos haciendo era eso que ahora se llama "turismo rural"........

Ainsa es una localidad pequeña (tiene alrededor de 2.000 habitantes), que está en la antesala del Pirineo a 600 metros de altitud y de hecho es un lugar muy estratégico desde el que empezar a recorrer el Pirineo. Su casco histórico te lo recorres rápidamente, con dos calles principales: la calle Mayor, que nos dijeron era la antigua calle de los ricos y otra calle paralela, que era la de los pobres y que yo no sé como estaria en la epoca medieval, pero actualmente está mucho más bonita esta calle, adornada con cantidad de plantas en todas las casas, lo que hace muy agradable pasar por ella. Las dos calles van a confluir en la iglesia románica de Santa Maria, que tiene una Torre de 87 escalones, cuyo estrecho recorrido subi (en mis viajes tengo una gran debilidad por las torres, quizás porque intuyo que siempre el esfuerzo de la subida tiene la recompensa de unas vistas maravillosas que siempre valen la pena, como sucedió también en este caso).




Un poco después se llega a su plaza Mayor (que data del siglo XII y que fue declarado Conjunto histórico Artístico en 1965), donde está el centro de actividad y ocio principal de Ainsa y que termina desembocando en el castillo (bueno, en las murallas de lo que fue la fortificación de esa localidad y en cuyo recinto también se encuentra el Eco-Museo y Albergue de la Fauna, que es una Fundación para la conservación del Quebrantahuesos y otras especies del Pirineo, en el que se hayan recogidas algunas aves que por el motivo que sea (que han sido heridos por cazadores o por choques con postes de la luz, por ejemplo) han quedado incapacitadas para volar. En la plaza Mayor también coincidimos con una Feria Medieval de Artesania, donde conocimos a Jorge, un argentino que hacia y vendia unos diseños de collares, sortijas y pulseras preciosos (por supuesto, alguna cayó de recuerdo). También resultó interesante visitar el Museo de Oficios y Tradiciones (que estaba en la calle Mayor).




Las calles de Ainsa son todas de piedra y muchas de ellas tienen en sus fachadas el escudo de armas de sus dueños y como decia antes, están muy embellecidas con flores y plantas en sus balcones y ventanas.



Algo que nos gustó de Huesca fue el transporte, es muy complicado moverse por alli sin coche, a menos que fueras moviéndote y durmiendo en diferentes lugares dentro de tu ruta (que al final es lo que tuvimos que hacer nosotras, viendo las limitaciones de los autobuses que te impedian ir y volver en el dia desde alguna pequeña población). Y otra particularidad que tienen alli las carreteras son las curvas, hay muchas, muchas curvas y de hecho Charo y Noelia se marearon en varias ocasiones.

En Ainsa conocimos el último dia de nuestra estancia alli, mientras tomábamos un refresco en la terraza de nuestro hotel, a la espera del autobus que nos llevaria a Torla, a un simpático inglés que llevaba 7 años afincado y retirado alli con su segunda mujer, se llamaba Jeffrey y según me contó estaba encantado de vivir allí, decia que odiaba Londres y todas las grandes ciudades y que preferia un lugar pequeño y tranquilo donde estar en contacto con la naturaleza y donde todo el mundo se conociera y se echara una mano en un momento dado. ¡Sin duda, una buena filosofia de vida!

TORLA


La imagen inconfundible y típica de postal de Torla, con la Torre de la iglesia de San Salvador y varias casas delante del impresionante fondo del Parque de Ordesa a mí me parece realmente espectacular y muy atrayente, tu vista siempre se dirige hacia ella, estés en el rincón que estés, de hecho, yo no me cansaba de admirarla, creo que fue el rincón de Torla que más fotografié desde todos los ángulos posibles.

Tiene algo más de 300 habitantes y es un encantador y típico pueblo de montaña con tejados de pizarra y curiosas chimeneas que son llamadas popularmente espantabrujas. Es muy acogedor y fue, de hecho, el que más nos gustó de todo nuestro recorrido.



Es el lugar que está más cerca de la entrada al Parque Nacional de Ordesa y a la entrada del pueblo hay un enorme parking gratuito donde dejar los coches particulares en el verano y desde donde salen los autobuses, llamados lanzaderas, que salen cada 15 minutos y te llevan a Ordesa también en 15 minutos y desde donde ya todo el mundo puede iniciar muchas y variadas rutas por el Parque, en el aparcamiento hay un centro de información donde te cuentan y te dan información sobre todo lo que necesites saber sobre el Parque (en el otro post que publiqué sobre el viaje, ya conté sobre la visita y ruta que hicimos por alli).

Aunque Torla la recorres rápido y no tiene demasiadas cosas en su patrimonio artístico y cultural (la iglesia de San Salvador, el Museo Etnográfico y la Ermita de Santa Lucia) resulta una localidad muy, muy acogedora y relajante, donde es un placer pasear por ella y disfrutar de la vista de algunas de las casas señoriales del pueblo, que son verdaderos ejemplos de la arquitectura pirenaica. Por cierto, el hotel en el que estuvimos, el Villa de Torla, es absolutamente recomendable, es una casa de cuatro plantas que mantiene totalmente la armonia con el resto del pueblo y parece una de esas casas de montaña de algún pais centroeuropeo, la relación precio-calidad es excelente y tiene además una piscina, en la que refrescarte después de un caluroso y agotador dia de ruta por el Parque.




BROTO

Es otro pequeño pueblo de montaña acogedor y pintoresco, aunque a diferencia de Torla en él no se ha respetado tanto la arquitectura tradicional y las antiguas casas solariegas se mezclan con otras de reciente construcción. Lo que más nos gustó de él fueron unas espectaculares cataratas que hay en un extremo del pueblo, llamadas de Sorrosal, debe de ser una delicia para los brotenses pasear por allí las cálidas noches de verano.

Para llegar a Broto no había ningún autobus y no nos quedó más remedio que seguir una ruta que nos habían dicho que era fácil y muy agradable y si, empezó siendo agradable…. pero después de casi una hora de pasar con nuestras zapatillas de esparto y veraniegas sandalias, por un camino de barro, fango y piedras, al borde de un precipicio desde el que se veia un rio, estábamos deseando llegar a nuestro destino y desde luego, no nos quedaron ganas de repetir por alli nuestro camino de vuelta a Torla y dado que no habia ni un dichoso autobus que nos llevara de vuelta y ni un solo servicio de taxi que pudiéramos coger para hacer los 4 kms. de vuelta al hotel, no nos quedó más remedio que volver por la misma carretera, antes de que se hiciera de noche.

el camino al principio parecía muy transitable
pero sólo al principio...........

Noelia decidió acercarse un poco más a la cascada


por fin llegamos.......... Torla ¡dulce Torla!

De las otras dos localidades en las que estuvimos, Jaca y Huesca, diré que Jaca fue la que menos nos gustó, quizás esperábamos más de su fama de lugar mundialmente conocido por celebrar allí campeonatos de esqui y patinaje, y la impresión que nos quedó fue de un pueblo un tanto dejado y sin ningún encanto. Lo más destacado de ella es, sin embargo, su catedral, del siglo XI, (de la que dicen que fue la primera catedral románica de la Peninsula Ibérica), el Museo Diocesano, la Ciudadela (que se levantó para defendder la ciudad de las invasiones francesas de la Guerra de la Independencia, cosa que no consiguió y sirvió al final de alojamiento a los soldados de Napoleón) y el Museo de Miniaturas Militares (al que no tuvimos demasiado interés en visitar, todo sea dicho).




en el foso de la Ciudadela nos encontramos con la sorpresa de ver estos ciervos


y tambien encontramos a estos amigables espontáneos

Y respecto a Huesca, es una agradable ciudad que nos dejó una buena impresión en las pocas horas que estuvimos recorriéndola, antes de coger nuestro AVE de vuelta a Madrid. Visitamos su Catedral y el museo de Huesca, donde se hace un largo recorrido desde las primeras huellas del hombre en el neolítico hasta la actualidad, en todos los distintos campos. Me llamó especialmente la atención un cuadro de Casado del Alisal titulado “La campana de Huesca”, porque yo habia visto ese mismo cuadro en una exposición temporal en el Museo del Prado hacia 3 ó 4 años, pero vi que este era de formato más pequeño y oscuro, pero después me explicaria el vigilante que el pintor habia pintado dos versiones del mismo cuadro en dos distintos formatos. Vimos también, el parque de Miguel Servet (uno de los ciudadanos más ilustres de Huesca que tuvo la mala suerte de morir en la hoguera, por decir cosas que no fueron del agrado del inquisidor Calvino). El símbolo del parque es una escultura de dos pajaritas de papel, hecho en memoria del pintor oscense Ramón Acin. En resumen, la ciudad de Huesca nos pareció una ciudad agradable para estar y seguramente, para vivir.


en esta sala tuvo lugar la decapitación de los nobles
que se rebelaron contra el rey Ramiro II,
según la famosa leyenda de las campanas de Huesca


4 comentarios:

  1. Unas fotos preciosas, y que decir de la modelo, por ella no pasa el tiempo, jeje.
    Lo de la comunicación, a veces es lo que facilita que algunos lugares mantengan su encanto y encima con inglés incorporado, puff!. Merece la pena romper zapatilla.

    ResponderEliminar
  2. Hola Nieves.
    Muy buena entrada, sobre todo muy detallada, supongo que iras anotando datos, yo soy un desastre para las fechas y los nombres cuando pasa un tiempo se me amontonan las fechas, nombres... a veces son tantos los sitios que he visitado en poco tiempo que unos días parecen semanas... Todavía esto dando vueltas a las fotos de Andorra...buf! no tengo tiempo para casi nada.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Esther jejeje....Mirándolo así como tú dices, quizás si dieran todas las facilidades del mundo para ir por algunos lugares, con unos buenos medios de transportes, tendrian el inconveniente de que empezarían a masificarse, no lo sé, pero lo que también está claro es que no todo el mundo puede o quiere ir en coche y tampoco debieran ponerselo tan complicado, creo yo.... Pero si que mereció la pena romper un par de zapatillas, ya lo creo jejejjeje. Un besito y que tengas un gran domingo y mejor comienzo de semana,

    ResponderEliminar
  4. Me alegro de que te haya gustado la entrada APU, la verdad es que soy bastante de apuntar datos y pequeños detalles, porque no tengo una memoria prodigiosa, asi que la tengo que ayudar echando mano de un boli y un papel, porque si no lo hago pienso que lo voy a recordar despues y luego resulta que no es asi y me entran mil dudas respecto a recordar ciertas cosas (¡y más en los viajes en que ves un montón de cosas en poco tiempo!), asi que lo soluciono llevando libretas siempre encima.

    El tiempo es nuestro eterno problema, si, es una lata, pero bueno, tampoco podemos estar agobiándonos por ello, tengo ganas de ver tus fotos de Andorra, pero ya las veré cuando tranquilamente hayas podido colgarlas en el blog.

    ¡Buen domingo y un besazo para ti!

    ResponderEliminar

Bienvenido y muchas gracias por dejar tu comentario. ¡Que tengas un gran dia!

Welcome and thank you very much for taking the time to leave the gift of your comment. Have a nice day!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...