Odio los viajes y a los exploradores

En estos dias se han ido dos grandes

personalidades

del mundo de la cultura:
Claude Lévi-Strauss a los 100 años y

Francisco Ayala a los 103.

Dos grandes sabios nos han dejado,

aunque nos queda su legado.

• Lévi-Strauss nació en Bruselas, en una familia de intelectuales de ascendencia judia. Residió en Brasil durante algunos años, durante los cuáles convivió con varias tribus amazónicas, experiencia que le sirvió para revolucionar los principios y métodos de la antropología. Despues volvió a Francia, donde fue movilizado y allí descubrió las bases del estructuralismo, la ciencia que revolucionaría el estudio de las disciplinas humanas. Viajero a la fuerza (comenzó su libro más famoso "Tristes trópicos" con la frase: "Odio los viajes y a los exploradores"), se convirtió, a la postre, en un gran explorador del alma humana. En ese libro se descubre, además, a un viajero preocupado por la destrucción medioambiental del planeta.

• Francisco Ayala nació en Granada y era el último superviviente de la generación del 27, cuyas obras ocupan ya un lugar de honor en la historia de la literatura. Con la Guerra Civil vivió un largo exilio que le llevó a Argentina, Puerto Rico y Estados Unidos, aunque le llegaron todos los honores cuando regresó definitivamente a España en 1980. Era miembro de la Real Academia Española y tenía los premios más importantes de las letras españolas: el Cervantes y el Príncipe de Asturias. Era un hombre adaptado siempre a los tiempos que le tocaban vivir (actualmente tenía su propia página en la popular red social Facebook) y su lema era precisamente "Vivir y dejar vivir".