¿PODEMOS VIVIR SIN INTERNET?

Como ya adelanté en mi última entrada ¡ya tengo mi nuevo ordenador en casa! Se hizo esperar, pero por fin llegó. Y estos días que he estado sin él, he descubierto varias cosas: por un lado, que en mi caso, el ordenador es para mí más imprescindible que la televisión y por otro, que cuando no lo tienes puedes aprovechar el tiempo para hacer cosas igualmente útiles y productivas que, no por más convencionales, dejan de ser entretenidas, como por ejemplo: leer, escuchar la radio, escribir más, ver más la tele (¡qué remedio...!), conversar más con los amigos, cocinar, ordenar cosas ...........

• También he descubierto el exotismo de los cibercafés y locutorios, lugares a los que yo nunca había entrado por propia voluntad (sólo lo había hecho antes para acompañar a mi ex-novio, que sí entraba a menudo por cuestiones laborales, cuando no tenía su ordenador a mano y también acompañando a alguna sobrina en las vacaciones de verano). Y cuando decidí que no podía seguir molestando más a los familiares y amigos, acaparando sus ordenadores para escribir mis posts para el blog, me lancé a probarlos. Y desde luego, si quieres conocer a todos los inmigrantes que hay en tu barrio y de qué nacionalidades abundan más, recórrete todos los locutorios que tengas cercanos ¡te aseguro que con esto harás una buena estadística! (en mi barrio, por ejemplo, he descubierto que abundan los colombianos y polacos).

Y respecto a lo de ver la tele, he descubierto la existencia de un interesante canal....... ¡el canal de la Tele Tienda! .... si, si, porque he averiguado que lo prefiero sin lugar a dudas y es mucho más divertido y entretenido, que ver programas de cotilleos varios, grandes hermanos y demás familias.... Es muy curioso ver lo originales, útiles, prácticos, divertidos y necesarios (porque realmente despues de ver sus anuncios, llegas a creer que cómo se las ha podido arreglar la gente sin ellos hasta ese momento) que son los productos que se venden allí. Y además, son presentados a la audiencia de una forma tan atractiva, ágil y amena que hay que hacer auténticos esfuerzos para frenar a los dedos, que quieren irse rápidamente al teléfono (sin tomarse la molestia de preguntarte antes) a marcar los números que están saliendo en pantalla, para encargar, antes de que otro más rápido y listo se te adelante y se acaben las existencias, cualquiera de esos maravillosos artículos que, sin duda, van a hacer tu vida mucho más cómoda y feliz, porque .............

• .......... ¿Cómo no hacer ejercicios de autocontrol y meditación para no comprar esa estupenda caña para el próximo cumpleaños de tu padre, con la que podrá pescar los peces más grandes y escurridizos, en lugar de esos pequeños pececitos que vuelve a echar al mar de pura pena que le dan? ¿¡o cómo resistirse a comprar esa maravillosa crema super regenerativa hecha con las babas de ciertos animalitos, con efecto super mega lifting por ese precio.....?! ¡vamos, que digo comprar una, si ellos mismos te ofrecen cuatro al precio de tres y medio, por Dios, te compras para ti, para tu madre, para tu hermana y para los próximos cumples de tus amigas! ¿y quién se puede resistir a adquirir esa maravillosa barrita mágica que tapa en un plisplas ese arañazo tan feo que ha aparecido una mañana en nuestro coche nuevo, con sólo rozar el arañazo? Vamos, yo porque no tengo coche, que si no............

En resumidas cuentas y contestando a la pregunta que planteo arriba, yo en mi caso, digo sinceramente que, una vez que has probado lo de vivir con internet y ver las comodidades y utilidades que te proporciona, como: preparar un viaje, mandar correos, sacar entradas para un espectáculo, consultar el horario de un medio de transporte, buscar una calle, leer la prensa, actualizar tu blog, descargar tus fotos digitales ........ yo digo que ¡es muy dificil vivir sin él!