¿VALORAMOS NUESTRO TIEMPO LO BASTANTE COMO PARA PODER PARARNOS A APRECIAR LA BELLEZA?

Esta fue la pregunta que se hizo el periódico Washington Post como parte de un trabajo social sobre percepción y prioridades de la gente. Y para poder encontrar una respuesta se le ocurrió realizar un sorprendente e interesante experimento.

Para llevarlo a cabo contaron con la ayuda de uno de los mejores músicos del mundo, Joshua Bell (nacido en Estados Unidos en 1967) un músico lo bastante bueno como para haber llenado tres dias antes, el Boston Symphony Hall a 100 euros la butaca.

Y en plena hora punta del viernes 12 de enero de 2007, este músico inundó el vestíbulo de la estación de L’Enfant en Washington durante 45 minutos, con seis magistrales interpretaciones de Bach y Schubert y ejecutadas con un violín Stradivarius "Gibson ex Huberman", que es un instrumento único en el mundo y con un valor de 3,5 millones de dólares.

Y se encontraron con que de las 1.071 personas que pasaron ante él, prácticamente nadie se detuvo, sólo seis se pararon para escucharle un rato. La mayoría ni torció la vista, algunos miraban de soslayo y sólo una mujer, que reconoció al artista, se detuvo para escucharle durante varios minutos, después de lo cuál el músico se paró a charlar un rato con ella. Y despues de acabar su actuación no hubo nadie que se quedara a aplaudirle ni a felicitarle.

Incluyo el video donde se pueden observar las distintas reacciones de la gente. Por cierto, uno de los que más atención le prestó fue un niño de 3 años, del que finalmente tuvo que tirar su madre para marcharse, aunque él siguió girando la cabeza para mirar al músico…

(Por favor, silenciar el Ipod antes de ver el video)

Y estos fueron algunos de los resultados que se pudieron extraer de este experimento:

- Que el comportamiento del ser humano en la gran ciudad, se realiza generalmente, de modo automático.

- Que en un lugar inadecuado y a una hora inadecuada, el ser humano no es capaz de fijarse y apreciar la belleza y el talento.

- Y un resultado aún más descorazonador y es que si no podemos tener un minuto para pararnos a escuchar a uno de los mejores músicos del mundo ¿qué otras cosas más nos estaremos perdiendo por no poder, o mejor querer, pararnos?

Demostró como las personas dejan pasar cosas valiosas y hermosas, debido a otras que ocupan más su cabeza como pueden ser el trabajo, el dinero, la pareja, los hijos, o cualquier otro asunto de menor importancia..............  Triste ¿no? que lleguemos a estar tan entumecidos y anestesiados por todo aquello que ocupa nuestra propia vida, que eso nos impida mirar a los otros y apreciar todo lo bueno que ellos quieran regalarnos.