LA VISITA A LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, UN LUJO EN LA NOCHE EN BLANCO

El sábado tuvo lugar la 5ª edición de la Noche en Blanco en Madrid y por la experiencia de años anteriores, sé que si quieres realmente ver cosas, habiendo más de 200 actividades previstas por toda la ciudad y previéndose la asistencia de cerca de un millón de personas (aunque este año la asistencia ha sido menor), es muy importante marcar prioridades de lo que de verdad quieres visitar y tienes realmente deseos de ver y así no perder el tiempo en colas interminables, para al final quedarte sin ver aquello que más te apetecía, simplemente por andar de aquí para allá o por no ir lo bastante pronto.

Y entre todas las ofertas que ví en el Programa de este año, había una que me resultó especialmente atractiva: la visita a la Real Academia de la Lengua Española, ya que era la primera vez que se unía a esta Noche en Blanco y la segunda vez que se abría al público, en sus 300 años de creación. Y como soy de la opinión de que esta Noche hay que aprovecharla para ver aquellos edificios a los que normalmente no se tiene acceso (pienso que, por ejemplo, visitar museos es una pérdida de tiempo, ya que cualquier fin de semana del año puedes visitarlos de forma gratuita),  hice esta propuesta a las amigas y después de hacer casi una hora y media de cola en la calle Felipe IV, 4 pudimos entrar a verla.

La verdad es que la espera mereció mucho, muchísimo la pena. La primera persona de la cola, por cierto, me contó que había venido de fuera de Madrid expresamente para verla, en cuando se había enterado de que la iban a abrir. Dicen que esa noche visitamos la RAE alrededor de 2.000 personas y que hubo gente que hizo hasta 3 horas de cola (nosotras quizás por ir a primera hora estuvimos esperando alrededor de una hora y media).

El edificio es precioso, siempre me ha encantado la fachada, o mejor dicho, lo que se podía ver de la fachada, ya que debido a la vegetación que lo rodea y a estar rodeada de una verja, no puedes verla con total claridad. Fue construido por el arquitecto Miguel Aguado de la Sierra e inaugurado en 1894 y fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1998.

La RAE fue fundada en el año 1713, por un grupo de ilustrados que concibieron la idea de crear una academia dedicada a trabajar al servicio del idioma nacional y por tanto, dentro de 3 años se celebrará su tercer centenario. Y aunque su sede está en Madrid, tiene filicaciones con las academias nacionales de los 21 países hispanohablantes

Según el portal de Internet de la RAE, el objetivo por el que fue creada fue para velar por el buen uso de una lengua en permanente expansión y evolución. En el escudo de la RAE figura el famoso lema: "Limpia, fija y da esplendor", en el que se resumen sus fines y obligaciones.

En la planta de abajo visitamos el salón de Plenos, que es donde se reúnen los académicos todos los jueves del año. Y antes de entrar en la Sala había unos percheros con el nombre de cada uno de ellos.

Nos contaron que hay actualmente 46 académicos, que ocupan las sillas vitalicias designadas, con parte de las letras del alfabeto español, en mayúsculas y en minúsculas. De ese número, cinco son mujeres: la escritora Ana Maria Matute, la historiadora Carmen Iglesias, la científica Margarita Salas, la filóloga Inés Fernández-Ordoñez y la escritora Soledad Puértolas (que ocupará oficialmente su silla el próximo mes de octubre) y la verdad es que la presencia de mujeres sigue siendo anecdótica, la proporción es de nueve a uno…….. La primera mujer académica fue, por cierto, Carmen Conde en 1978. Aunque hay que decir que de esas 46 sillas, dos han quedado vacantes recientemente por los fallecimientos de Miguel Delibes y Francisco de Ayala.

En la planta de arriba vimos el Salón de Actos y las dos bibliotecas, una que contiene el legado del escritor Dámaso Alonso y otra más grande, que es la biblioteca de los académicos propiamente dicha. Las bibliotecas me encantaron, especialmente la de los académicos, es una auténtica maravilla, contiene 250.000 ejemplares (más o menos) entre libros y revistas y tiene fondos de un valor incalculable, como una colección de manuscritos y primeras ediciones de obras de Cervantes y Lope de Vega, entre otros.

Aunque todo lo que vimos nos encantó, los muebles, los jarrones, las alfombras que estaban en un estado excepcional y además muy mullidas y tupidas, la preciosa escalera, las elegantes pinturas de las paredes y los techos….. La verdad es que fue un auténtico lujo poder visitar durante media hora sus estancias y salones, testigos mudos de 300 años de historia……

Y espero que con estas fotos que he colgado en el post podáis haceros una pequeña idea de cómo es la RAE por dentro, salvo del salón de plenos donde se sientan los académicos, que no permiten que sea fotografiado. Veréis que la visita de la RAE mereció por sí sola la celebración de la Noche en Blanco de este año, a pesar de que había muchas atracciones de todo tipo, desperdigadas por toda la ciudad.

Fuentes:   Real Academia Española

                 Wikipedia