Desde hace mucho tiempo tengo una gran debilidad por el pais de Irlanda y si me pongo a pensar en las razones de ello (porque aún no lo he visitado, a pesar de ser una de mis metas viajeras más o menos inmediatas), creo que mucha parte de culpa la tiene una película que he visto un montón de veces y que sin lugar a dudas, es mi pelicula favorita: El hombre tranquilo (“The quiet man”, rodada en 1952).
Para mi, esta sencilla y entrañable pelicula costumbrista de John Ford, es una pequeña obra maestra, mezcla de comedia y de drama, que combina maravillosamente bien varios elementos como: la belleza natural del paisaje de la verde Irlanda, optimismo, romanticismo, humor, música, exaltación de los valores tradicionales de las zonas rurales, un marco pintoresco de ese “encanto rural” de la Irlanda profunda, la armoniosa convivencia de sus habitantes, a pesar de sus diferentes ideologias religiosas, el mostrar una vida idílica y placentera sin demasiados problemas, unos grandes diálogos, unas magistrales interpretaciones de todos los actores protagonistas y secundarios …. En fin, que si me piden que cite un solo título de pelicula, esta es la primera que me vendría a la mente.
Seguro que muchos lectores la conocerán, pero para los que no la hayan visto, les cuento de que va la historia: la película narra el regreso a un pequeño pueblo de Irlanda, de Sean Thornton, un famoso boxeador que vuelve a la casa que le vió nacer, para establecerse en las tierras de sus padres, ya abandonadas. Allí conoce a Mary Kate Danaher una joven pelirroja, intrigante y de gran carácter, de la que se enamora. Sin embargo, el hermano de Mary Kate, Will Danaher, un grandullón de gran poder en el pueblo, no ve con buenos ojos la relación y tardará en dar su aprobación.
La historia es narrada por el padre Lonergan, el párroco del pueblo. Y poco a poco va surgiendo una amistad entre ambos hombres, que al final conllevará el permiso para el matrimonio de la hermana de Will Danaher, con todo el ceremonial que el protocolo marca para el noviazgo, los paseos, las citas, los bailes y los encuentros entre la pareja, y que luego tendrá que sufrir el mismo Will cuando por fin conquiste a su rica dama del pueblo, a la que también pretende. Claro que, la película no acaba con la boda de los protagonistas, porque aún tienen algo pendiente que impide que puedan disfrutar de su matrimonio........
estalla la chispa entre Sean Thornton (John Wayne) y Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara) |
el cortejo bajo la atenta mirada de la carabina |
como dos novios modositos, hasta que un par de bicicletas se cruzan en su camino.... |
Con esta pelicula John Ford rinde un homenaje a sus antepasados, creando una ciudad idílica que sólo existió en su imaginación pero que es un sitio de culto para cinéfilos, hasta el punto de que un director español, José Luís Guerin, llegó a rodar en los años 90, un galardonado documental que se llamó Innisfree, en los mismos lugares irlandeses donde se rodó El hombre tranquilo (el pueblo de Innisfree está en el condado de Galway). Por cierto, recuerdo que tuve ocasión, hace unos cuantos años, de ver este documental en una de esas salas de cine no comercial, en los que muchas veces descubres auténticas joyitas y este documental fue una de ellas, me encantó ver como los habitantes de ese pueblo iban desgranando sus recuerdos de cuando habían visto rodar alli la película 28 años atrás. Innisfree es de alguna manera, como ese pueblo feliz, que nos trae recuerdos de los momentos felices de nuestra infancia.
John Ford pretendió hacer un homenaje a sus antepasados, también irlandeses. Y con esta pelicula consiguió uno de los 4 Oscars de su carrera. Aunque sorprendentemente resultó ser un proyecto difícil de financiar. Los grandes estudios lo rehuyeron al no tratarse del tipo de película-western de Ford, y éste tuvo que acudir a uno pequeño, la Republic Pictures.
Entre las anécdotas del rodaje se cuenta que el pícaro Ford se encargó de decir el dia antes del rodaje y por separado, a los dos actores masculinos principales, que ambos estaban hablando mal el uno del otro por ahí y ellos se lo creyeron de tal manera que el realismo superó a la ficción y McLaglen terminó con una conmoción cerebral y Wayne con dos costillas rotas, en una escena que resulta más cómica que violenta. Despues de rodarla acabaron tan amigos.
Otro dato curioso es el de que Maureen O'Hara se llamara Mary Kate, los nombres que su padre le quiso poner al nacer... Desde luego debió ser una película especial para ella. Y el mismo John Ford era de origen irlandés y su verdadero nombre era Sean Aloysius O'Fearna, por eso se entiende perfectamente que rodara esta pelicula con tanto cariño y sentimiento.
Que gran mujer Mary Kate ¿verdad? ¡todo un caracter! |
una foto reciente de Maureen O'Hara que cumplirá 92 años el próximo 17 de agosto y ha dicho que piensa vivir hasta los 102 años, por lo menos..... |
Sólo le pongo una pega a la pelicula y es que en ella también se refleja la típica visión machista de todas las peliculas de John Ford, aunque hay que decir que, por lo menos en esta, la protagonista no se limita esta vez a ser un personaje pasivo concebido para el mayor lucimiento del hombre. Mary Kate es orgullosa y tiene carácter (a pesar de que ella quiere a Sean, se niega a sus requerimientos porque va contra la voluntad de su hermano, y casarse en esas circunstancias sería para ella una deshonra, al igual que hacerlo sin recibir su dote, hecho éste que será la fuente de una crisis amorosa casi definitiva pero resuelta, como todo en este idílico marco, a lo bestia), y de la misma manera, considera insultantes los remilgos de Sean para pelear por ella, ya que no sabe que la vuelta de Sean a Irlanda está relacionada con que en su profesión de boxeador matara a un hombre, y Mary Kate llega a pensar que eso es muestra de que en el fondo Sean tiene desinterés por ella y entonces viene la famosa escena de la pelea, magistral.......
La pareja Wayne-O'Hara funcionó a la perfección. Fue su segunda película juntos, después de Río Grande (1950), y no sería la última, pues rodarían juntos 4 más.
En resumen, es una obra maestra en la que al final todos son felices y comen perdices con una pinta de cerveza negra en la mano. Para quién no la haya visto, sólo decirle que si quiere pasar dos horas de lo más entretenidas y con una gran sonrisa en los labios, no debe perdérsela.
en fin, ¿que más puedo decir de mi película favorita?
Fuente:
39escalones.wordpress.com
Me gusta el cine, mucho, el clásico también, pero aun no he visto esta película, ya llegará el momento y te contaré. Seguro que está muy bien, no por nada es tu película preferida. Un abrazo.
ResponderEliminarSheol, estoy segura de que no te defraudará, porque es de esas películas míticas y eternas que nunca te cansas de ver, ya lo verás ¡y ya me dirás! Un abrazo,
EliminarHola, guapa, la verdad es que no he visto esta película, pero ahora con tu reseña me muero de ganas de verla: clásica, con buenos paisajes irlandeses... ya solo por eso seguro que merece la pena.
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog, he contestado a tu comentario, pronto volveré a escribir cosillas.
Un abrazo.
Hola Krups, me alegro de verte y me alegro de que tu ausencia de tu blog sea porque estás de lo más entretenida haciendo cosas interesantes por ahí, ya estaré pendiente cuando vuelvas a publicar.
EliminarRespecto a la pelicula, conociendo un poco tus gustos por lo que te he ido leyendo, creo que no te defraudará, sino todo lo contrario, cuando la veas no dejes de contármelo ¿vale? Un abrazo para ti también,
Maravillosa, la vamos a poder disfrutar un jueves de estos, pues está anunciada por la 1.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias por la información Jose Antonio, estaremos pendientes para verla de nuevo (¡yo por lo menos si lo estaré jejeje!). Un beso,
EliminarTampoco he visto Irlanda, pero está en mi deseo el visitarla, la peli la he visto al igual que tú infinidad de veces y creo que es una joya.
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