Volví ya de mis vacaciones "portuguesas" y mientras me pongo al día con mis blogs y con los de otros compañeros y con las fotos y el relato del viaje, os dejo este pequeño y sabio cuento metafórico del filósofo, traductor, escritor y especialista en bienestar y desarrollo personal Olivier Clerc, nacido en Suiza hace 51 años.
La verdad es que lo he recibido varias veces, la última de ellas precisamente mientras he estado fuera y como siempre que lo leo, me "remueve" y me hace pensar, y se me ha ocurrido dejarlo por aqui para compartirlo con todos los amigos y visitantes de este blog. Seguro que muchos lo conocéis, pero para aquellos que aún no hayan tenido la ocasión de leerlo, espero que les guste y que cada cuál extraiga sus propias conclusiones.
"Imagínate una cacerola llena de agua fría en la cual nada
tranquilamente una pequeña ranita.
Un pequeño fuego se enciende bajo la cacerola, y el agua se
calienta lentamente.
El agua despacio... despacio... se va poniendo tibia, y la
ranita encuentra esto más bien agradable, y continúa nadando.
La temperatura del agua sigue subiendo...
Ahora el agua está caliente, más de lo que la ranita pueda
gozar, se siente un poco cansada pero no obstante eso, no se asusta.
Ahora el agua está verdaderamente caliente y la ranita
comienza a encontrar esto desagradable, pero está muy debilitada; entonces
soporta y no hace nada.
La temperatura continúa subiendo, hasta cuando la ranita
termina simplemente... cocinándose y muriendo.
Si la misma ranita hubiera estado metida directamente en el
agua a 50 grados, con un golpe de sus patas inmediatamente habría saltado fuera
de la cacerola.
Esto demuestra que, cuando un cambio viene de un modo
suficientemente lento escapa a la conciencia, y no provoca en la mayor parte de
los casos ninguna reacción, ninguna oposición, ninguna revuelta…
Si miramos lo que sucede en nuestra sociedad desde hace
algunas décadas, podemos ver que estamos sufriendo una lenta deriva a la cual
nos estamos habituando.
Una cantidad de cosas que nos habrían hecho horrorizar 20,
30 o 40 años atrás han sido poco a poco banalizadas, y hoy a penas preocupan, o
dejan directa y completamente indiferente a la mayor parte de las personas.
En nombre del progreso, de la ciencia, y del
aprovechamiento, se efectúan continuos ataques a las libertades individuales, a
la dignidad, a la integridad de la naturaleza, a la belleza y a la felicidad de
vivir. Lentamente, pero inexorablemente, con la constante complicidad de las
víctimas, inconscientes, o quizás incapaces de defenderse.
Las negras previsiones para nuestro futuro en vez de
suscitar reacciones y medidas preventivas, no hacen más que preparar
psicológicamente a la gente para aceptar las condiciones de vida decadentes, y
también dramáticas.
El martilleo continuo de informaciones por parte de los
medios satura los cerebros, que no están ya en condiciones de distinguir las
cosas.
Cuando hablé de esto por primera vez, era pensando en el
mañana...
¡¡¡ Ahora es para HOY !!!
¡Conciencia o cocción, debemos elegir!
Entonces, si no estás como la ranita, ya medio cocinad@, da
un saludable golpe con tus patas ¡antes que sea demasiado tarde!"
Ssi, ciertamente, nos están cocinando a fuego lento y a lo que parece ya estamos a más de 40 grados
ResponderEliminarSi Ventura, poco a poco y sin enterarnos..... Un saludo y gracias por pasarte y dejar tu comentario,
EliminarMe alegro encontrarte de nuevo por aquí. He visto que has cambiado tu portada.
ResponderEliminarLa historia de la ranita es preciosa, yo también la he recibido por email y me encanta, te da mucho que pensar.
¡Muchos besos!
Hola Ana, muchas gracias, yo también me alegro de estar por aqui de vuelta, pensaba descansar unos dias más de esto, pero empezaba a tener mono jejeje....
EliminarY respecto al cambio de portada, me gusta tanto trabajar con los diseños de las páginas, que no me resisto a hacer cambios ¡al menos, uno en cada cambio de estación jejeje! Un beso y feliz finde,
Dicen que no hay mal que cien años dure. En los 50 últimos años hemos conocido cinco o seis recesiones, aunque ninguna como esta, de todas hemos salido como saldremos de esta.
ResponderEliminarTambién es cierto que muchos ya estamos al borde de la cocción, esperemos que se apague antes el fuego.
Supongo que hay que intentar ser optimistas, porque si nos dejamos llevar por el desánimo y la desesperanza, entonces poco podremos hacer. Un abrazo,
EliminarBienvenida y bien hallada de nuevo...Se te echaba de menos..Bueno conclusión que nos estamos cocinando,no,que estamos chamuscad@s ya!!..Y como las corruptelas y de mas desatres se han convertido en algo habitual (no hay mas que abrir el periodico al azar) ya parece que no nos inmutamos,es mas de lo mismo decimos... Pues a ponerse pilas o vamos a terminar asadit@s con una manzana en la boca si no lo estamos ya.Un saludo.Helen.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Helen, el sentimiento es mutuo, porque ya estaba deseando coger el teclado de nuevo jejeje.
EliminarY respecto al cuento de Clerc, es verdad que cuando algo se hace muy despacio y de modo tan sutil que no te das ni cuenta, la consecuencia inmediata es el control absoluto de la situación por parte de quién lo ha hecho.
Otro saludo para ti Helen y que tengas un feliz fin de semana,
Hola Nieves espero que tus vacaciones hayan sido fantásticas.
ResponderEliminarYo creo que estamos como la ranita, pero con el agua a punto de ebullición ¡¡total a 95º!!. A ver si nos apagan el fuego antes de que suba mas.
Un abrazo.
Hola Priego, muchas gracias, si que han sido unas vacaciones estupendas, todo salió perfecto y en cuanto lo tenga terminado colgaré el relato por aqui, al igual que otros relatos que tengo aún pendientes del pasado año, a Irlanda y a Portugal también (creo que ya soy medio portuguesa jejeje).
EliminarUn fuerte abrazo para ti y que tengas un gran fin de semana,