Nuestro cuarto y último dia de recorrido por Lisboa (sin contar las dos excursiones) decidimos aprovecharlo
al máximo (más todavia que en dias anteriores). Asi que después de desayunar
abundantemente en nuestro hotel, excepto el café, que para nada respondia a la
buena fama del café portugues, nos lanzamos a la calle. Ese dia nos llovió un
poco al salir del hotel, pero por suerte salió el sol enseguida. En la plaza
del Rossio (esta plaza nos la conociamos ya como la palma de nuestra mano) paramos
en la Casa da Sorte (no hace falta que lo traduzca ¿verdad?), es un lugar donde
venden loterias y quinielas y también venden las tarjetas de transporte, así
que alli cargamos la tarjeta.
Despues paramos en el famoso Café Suissa para tomar un
garoto (café cortado generoso de leche) y un pingado (que no pringado), que es
un café cortado pero con solo unas gotas de leche (pingo es gota). El café alli
estaba buenísimo y sólo nos valió 80 cts. Y ya con nuestro estómago
completamente lleno y satisfecho, empezamos a patear las empedradas calles de
esta ciudad no hecha precisamente para los peatones, pero por la que sin
embargo, es una delicia pasear tranquilamente y con calma (algo que no hicimos
precisamente en este viaje).
un meia de leite (cafe con leche) y un garoto (cafe cortado) |
la famosa cerveceria Trindade |
Algo más fresquitas, continuamos nuestro ascenso, hasta desembocar en el mirador de Gloria, donde como ya se nos echó encima la hora de la comida, decidimos entrar en un buffet asiático, por dos razones: porque mi sobrina nunca habia probado nada de la comida japonesa y porque el precio del menú era bastante económico. Alli entablamos conversación con una pareja de Cáceres que acababa de llegar e iban a estar un solo dia, nos preguntaron que deberían de ver de Lisboa en ese tiempo. Difícil respuesta, porque ¿cómo concentrar Lisboa en un solo dia?
Despues de comer cogimos el funicular de Gloria para bajar a
la plaza de los Restauradores y coger al otro lado el funicular de Lavra (creo
que no nos dejamos ningún funicular sin coger) para ver la perspectiva del otro
lado, que una vez alli, nos pareció bastante menos llamativa, pero a cambio,
tuvimos un conductor de lo más amable que nos contó que en Lisboa quedan 5
lineas de tranvias, 3 de funiculares y un elevador y de que no podiamos dejar
de visitar la iglesia de Santo Domingo.
Por supuesto, le hicimos caso y
seguimos su consejo (siempre hay que seguir los consejos de los nativos de la
ciudad que visites) y si que mereció la pena, por fuera es blanca y bonita,
pero por dentro resultaba bastante impactante, porque muestra los efectos del
incendio que tuvo lugar alli en 1988, cuando una buena parte del barrio del
Chiado quedó destruida y viendo como está esta iglesia te puedes hacer una
buena idea de cómo pudo ser aquel incendio.
Más tarde nos dirigimos al metro para irnos a la parte norte
de la ciudad. Bajamos en la estación Plaza de España, donde salimos al lado de
la embajada de España y enfrente de la cuál está la Fundación Museo Calouste Gulbenkian,
que es una colección particular de un rico mecenas turco que vivió allí y que
al morir sin tener descendientes, la cedió a la ciudad.
Despues de una rápida visita al Museo, ya que iban a cerrar,
cogimos otro autobus para ir al parque Eduardo VII (en homenaje a la visita que
este rey hizo en 1903), donde entramos por el Pabellón de Carlos Lopes (un
famoso atleta lisboeta) y pudimos ver las vistas que ofrece el parque desde
arriba hacia el rio Tajo, con el marqués de Pombal en el medio.
Una vista espectacular (si, decididamente, creo que voy a desgastar esta palabra con este viaje) que tampoco hay que perderse. Despues fuimos bajando en un agradable paseo hasta la plaza de los Restauradores. Atravesamos la plaza del Rossio, no me extraña nada que digan que este es el punto neurálgico de la ciudad, todo pasa por allí, en esa ocasión lo que vimos fue un grupo de gente cantando, y después nos enteramos que lo que cantaban era el llamado cante alentejano y que estaban reclamando para que lo incluyeran como Patrimonio Cultural de la Unesco (vamos, como nuestro flamenco que fue incluido en el año 2011).
Una vista espectacular (si, decididamente, creo que voy a desgastar esta palabra con este viaje) que tampoco hay que perderse. Despues fuimos bajando en un agradable paseo hasta la plaza de los Restauradores. Atravesamos la plaza del Rossio, no me extraña nada que digan que este es el punto neurálgico de la ciudad, todo pasa por allí, en esa ocasión lo que vimos fue un grupo de gente cantando, y después nos enteramos que lo que cantaban era el llamado cante alentejano y que estaban reclamando para que lo incluyeran como Patrimonio Cultural de la Unesco (vamos, como nuestro flamenco que fue incluido en el año 2011).
De camino de vuelta al hotel, nuestras maletas esperaban
alli para ser recogidas por sus agotadas dueñas
e irnos ya con ellas a la estación de Santa Apolonia, donde el Lusitania
nos llevaria de vuelta a Madrid esa noche y eso es lo que hicimos, no sin antes
intentar un último viaje en el funicular de Santa Justa, y digo intentar porque
en eso se quedó, en un mero intento, ante la enorme cola que había, que no avanzaba y que nos habría hecho perder
el tren de haber persistido en nuestro empeño. Aunque la verdad es que no podíamos quejarnos de no haber aprovechado nuestro tiempo y no haber visto suficientes lugares, porque realmente, más no podíamos haber aprovechado nuestro viaje a Lisboa ¿no os parece?
Nota: Como siempre, para ver las fotos a más tamaño, sólo hay que pinchar encima de ellas.
Hola Nieves.
ResponderEliminarPues sí, creo que habéis aprovechado bien vuestro viaje por Lisboa y se nota que habéis disfrutado.
Es una ciudad que siempre he tenido ganas de conocer y ahora, después de haber leído "tus crónicas" me apetece todavía más.
Un abrazo y te invito a pasar por mi blog, que tienes algo para tí.
Se nota que lo disfrutamos ¿verdad? pues si jejeje, lo pasamos muy bien. Y ya sabes, animate también tú a visitarlo.
EliminarMe voy a pasar ahora mismo por tu blog, no he podido hacerlo antes, porque he estado fuera este fin de semana.
Un beso,
Es fantástico viajar, siempre conociendo gente nueva lugares paisajes es genial, adquiriendo cultura a ya donde se vaya.
ResponderEliminarHay que ser una viajera incansable, trasmitiendo a los demás esas inquietudes de moverse por el mundo.
Sí me toca la lotería, vaya que si me voy a cualquier continente.
Un beso preciosa, sigue...viajando.
Sin duda, viajar es uno de los mayores placeres de la vida, o al menos, para mi lo es, jejeje.... así que espero que cualquier dia de estos te toque la loteria (o que encuentres un trabajo, que eso ya sería una gran loteria) y tú también puedas empezar a disfrutar y recorrer el mundo. Un besazo,
EliminarLisboa es una ciudad que me encanta, tiene un encanto especial.
ResponderEliminarSi, la verdad es que atrapa, aunque a mi tengo que reconocer que no me atrapó la primera vez, sino la segunda jejeje. Por eso pienso que es bueno volver a los sitios de nuevo, para ver si el paso del tiempo mejora nuestros recuerdos, o por el contrario, nos decepcionan. Un abrazo Verónica,
EliminarHola Nieves, ya veo que te lo pasastes muy bien por Lisboa! Yo iré en septiembre para allí a pasar unos días, que los hemos cogido con la promoción de Teka. Yo siempre había querido ir, pero mi pareja no estaba muy por la labor, así que como al registrar la compra nos tocaron los billetes, yo tuve claro que el destino iba a ser Lisboa!! Os dejo el link de la promo, para que le echeis un vistazo http://www.teka.com/promodisfruta/index.php
ResponderEliminarAsí que que ganas de ir ya!! Espero que también me guste!!
Qué bien que te tocó ese premio y que has decidido ir a Lisboa. Seguro que te lo pasarás fenomenal, pero a la vuelta, no te olvides de pasarte por aqui y contarnos sobre tu experiencia e incluso si quieres escribir un pequeño relato sobre ello, este blog tiene sus puertas abiertas para recibir lo que quieras escribir sobre tu viaje ¿te parece?
EliminarUn saludo..... (no sé tu nombre .....),