El nombre de este blog es mi pequeño homenaje a las maletas, esas compañeras fieles e imprescindibles en todos nuestros viajes y que por suerte, con el tiempo fueron evolucionando hasta llegar a tener en la actualidad unas maravillosas ruedecitas que nos permiten poder tirar de ellas (en lugar de cargarlas) y hacer nuestros viajes mucho más placenteros aún. ¡Qué bien nos hubieran venido a muchas y a muchos hace unos cuántos años!

Amigos curiosos y viajeros

martes, 3 de agosto de 2010

DUBROVNIK, LA LLAMADA "PERLA DEL ADRIÁTICO"



Despues de dos horas de un vuelo muy relajado y tranquilo, llegamos mi amiga Carolina y yo a Dubrovnik, que sería la primera escala de las varias que haríamos, a lo largo de un circuito que habíamos contratado para recorrer Croacia, un pais muy popular y visitado en los últimos años, especialmente por los turistas españoles (que desde el año pasado han subido nada menos que un 40%) y lo primero que notamos cuando pisamos el aeropuerto croata fue una fuerte sensación de calor pegajoso, ya que la humedad allí es muy elevada.

De camino al hotel donde pasaríamos las primeras tres noches, nuestro guía croata nos fue poniendo en antecedentes con algunas informaciones generales sobre Croacia, como que tiene una población de 5 millones de habitantes y que la famosa “perla del Adriático” no tiene más de 55.000, que el idioma oficial es el croata (aunque el alemán y el italiano también se hablan como segundo idiomas en según qué regiones), que la moneda es la kuna (cuyo cambio actual está alrededor de 7 kunas por euro) y que se llama así por el animal conocido como marta, ya que en la época medieval se utilizaban las pieles de dicho animal como unidades de cambio. Aunque la verdad es que pagando con euros no tenías problemas en la mayoría de los sitios.

También nos enteramos de que los croatas, según procedan del norte o del sur, tienen distinto carácter (como ocurre en la mayoría de los paises, por otra parte), y así, los del sur son más gritones y mediterráneos e incluso peores conductores y los del norte del país, son más callados y reservados (más eslavos).

De Dubrovnik tengo que decir que me gustó, pero que no me impactó especialmente. Me dió la impresión de que ya había estado allí antes y con esto quiero decir que no me resultó novedosa, me pareció que tenía una mezcla de otras ciudades que yo había ya visitado antes, me recordó por ejemplo, un poco a Taormina (en Sicilia), a Malta y también a Praga, que sin duda, son todas ellas ciudades preciosas y el resultado es una mezcla de influencias mediterráneas y eslavas. En resumen, el conjunto de la ciudad es bello, sin más, aquí tengo que reconocer que a mí me gustan las ciudades con carácter y personalidad, que me sorprendan y en ese sentido, Dubrovnik no me sorprendió.

la calle Stradum

esta escalinata recuerda un poco a la que
hay en la plaza de España de Roma

los farolillos dan un toque de encanto a las calles

Ragusa era la antigua Dubrovnik 

un turista cumpliendo una tradición local,
intentando sostener el equilibrio en ese poyete,
para así tener la suerte de poder volver a la ciudad

este otro señor de rojo parece que se
equivocó de ciudad y de estación del año............

Aunque tengo que destacar algunos de los interesantes lugares que visitamos en esta pequeña ciudad, cuya vida y actividad se desarrollan fundamentalmente a lo largo de la desgastada piedra de la calle Placa o Stradum (que llega hasta el puerto), como el Palacio del Rector, la iglesia de los Dominicos, la iglesia de los Franciscanos (con una antigua farmacia en su interior), una sinagoga del siglo XV (que es la segunda más vieja de Europa, después de la de Praga), las puertas de Pile (de entrada principal al casco antiguo) y Ploce, la fuente de Onofrio, muy original y que fue erigida para conmemorar la construcción del nuevo acueducto que serviría para aprovisionar la ciudad de agua.

fuente de Onofrio

estas fotografias sobre la fachada de la casa
de un pintor croata muestran el antes y el despues
a la noche del viernes 6 de diciembre de 1991,
en que Dubrovnik fue bombardeada

Pero lo que más destacaría de Dubrovnik, al menos en mi opinión, son las espectaculares vistas que se tienen de ella, subiendo al funicular que te lleva al monte San Sergio, que por cierto, se había vuelto a abrir hacía dos semanas, después de haber sido reconstruido tras su destrucción durante su guerra civil, hace 15 años. Y también me encantó una excursión que hicimos en un pequeño barco, donde sólo ibamos como tripulantes mi amiga y yo y un matrimonio indio con su bebé, fue una excursión muy agradable, aunque teníamos que tener cuidado cada vez que nos tirábamos como locas a hacer fotos desde uno u otro lado, para no desequilibrar la barca, que oscilaba demasiado por la fuerza del oleaje, aunque gracias a la pericia y experiencia de nuestro viejo capitán croata, llegamos los cinco tripulantes sanos y salvos a puerto, después de una hora de travesía.

el puerto de Dubrovnik

la encantadora familia con la que compartimos
la excursión en barco

croatas y turistas bañándose en el puerto

Y luego, por supuesto, también tiene un encanto muy especial callejear por sus calles estrechas y por sus plazas, admirando sus cuidados y bellos edificios de estilos venecianos, góticos, renacentistas y barrocos. Su casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y en la historia de la ciudad hay un antes y un después, a raiz del terremoto que sufrieron en 1667, en el que la ciudad quedó totalmente destruida y a partir de ahí se tuvo que volver a reconstruir de nuevo.

Si visitas la ciudad por la noche, te das cuenta de que el ambiente es totalmente diferente al que hay de día y adquiere un encanto aún mayor, en sus plazas con las terrazas donde tocan música en directo de todos los estilos y donde la escasa luz que ilumina las calles, proviene de sus farolillos, todos diferentes, que cuelgan por todos lados.

a estos crios nos los volveríamos a encontrar más
adelante en otra ciudad del recorrido

uno de sus encantadores (y dulces) farolillos

el puerto en una noche de luna llena

En cuanto a la comida, su gastronomía no es demasiado rica ni variada (quizás el pescado sea lo que más abunde) y de hecho, tenías restaurantes italianos por todas partes y también muchas heladerías, donde tomar exquisitos helados por 5 ó 6 kunas.

Por cierto ¿sabiáis que la palabra corbata deriva de la palabra Croacia? Según parece, la palabra llegó a Francia de la mano de los soldados croatas, que llevaban en el cuello una pequeña cinta, de ahí nació la tradición de llevar corbata.

Pero resumiendo sobre Dubrovnik, si tengo que visualizar o quedarme con una imagen de ella, elegiría la de estar en lo alto del monte San Sergio, tomándome un delicioso helado de nata o fresa (¡mis sabores favoritos!) al mismo tiempo que contemplo el hermoso panorama que la ciudad ofrece abajo, con sus murallas y fachadas de casas blancas y sus tejados rojos, con la isla Lokrum enfrente y en medio de ese mar Adriático de intenso color turquesa……..



dificil dilema, porque............. ¿cuál elegir?

Continuará .................................................

10 comentarios:

  1. Pues tú dirás de mis mini vacaciones, pero que voy a decir yo de tu viaje, me parece genial y además la forma en que nos cuentas las cosas es estupenda, vamos que leyéndote siempre entran ganas de visitar los mismos lugares por donde has estado.

    Un besito.

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  2. This is a nice place to visit, with so many great thins to see. And you photos are wonderful:-)
    Wish you happy days, hugs from Tania

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  3. pues...ire de turista solitario durante unos dias a Madrid. No haré fotos. Has puesto el listón demasiado alto.

    Saludos.

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  4. Muy bueno sí señora, me han encantado las fotos. La del turista subiendose en la piedrecita para volver a la ciudad muy buena, en Salamanca dicen lo mismo si se encuentra la rana en lo alto de una calavera de la fachada de un edificio de la Universidad (yo la encontré y volví, aunque no sé si será casualidad). Nos leemos

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  5. CHARO, LA MADRILEÑA5/8/10, 19:42

    La ciudad de Croacia a pesar de sufrir una guerra civil, se ha reconstruido bastante bien,tiene unas panoramicas exclusivas .
    una ciudad acogedora y, la gente muy hospitalaria, aunque la gastronomía no tenga mucha variedad,ya se sabe de Madrid al cielo.

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  6. Tocaya, me alegro de que te guste mi forma de contar los viajes y de que eso sirva de estímulo para que otros amigos y amigas vayan a los lugares que a mí me han gustado y yo he disfrutado. Muchos besitos,

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  7. Máximo, no seas tan duro contigo mismo y animate a hacer esas fotos de Madrid (es más, te reto a que las hagas y luego las cuelgues en tu blog, para luego poder disfrutarlas)¿vale? Un saludito,

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  8. Tania, thanks a lot for your kind words and your nice wishes, you are very sweet. Have a nice week you too!

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  9. SE, eres muy amable, me alegro mucho de que te hayan gustado mis fotos y en especial, la del turista en Dubrovnik. Conozco la tradición de Salamanca de la ranita, cuando estuve por allí, la intenté buscar, pero lo cierto es que un vendedor que estaba por allí nos tuvo que dar algunas pistas para poder encontrarla, jajaja. Un beso fuerte y sé bienvenida a este blog siempre que quieras pasarte,

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  10. Interesante tu descripción y tus fotos de la perla del Adriático, me gustaron.
    Aquí está lloviendo ahora, me gustaría estar contemplando esos tejadillos rojos de Dubrovnik y tomando un helado...Pero me falta muy poco para empezar otro viaje!
    Un beso desde el norte, con vocación de sur.

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